Entierro de la Sardina

 El entierro de
    la sardina

(Ver esquela entierro)                                                                                                                                         (Ver video 1.997)

Cuando el Carnaval casi termina (porque habrá otro fin de semana de piñata para despedir definitivamente la fiesta, hasta otro año) el Daimieleño lo despide llorando de pena, millares de viudas rigurosamente vestidas de negro, millares de viudos desconsolados por la muerte anual del Carnaval, curas, monjas, obispos, cardenales y hasta “papas”, se arrastran por los suelos bañados en lágrimas acompañados por la mezcla de melodías fúnebres y carnavaleras de los músicos, por la despedida de un concepto de libertad que ha reinado en la población tolerante que es Daimiel durante su tiempo de Carnaval.

El Entierro de la Sardina es, probablemente, el espectáculo más irreverente y desenfadado de todo el Carnaval.

El Entierro de la Sardina anuncia el fin de la fiesta libertina, del ligue clandestino, y la llegada de la cuaresma, tiempo de reflexión religiosa y espiritual.

La Sardina marca la frontera, los límites entre la anárquica locura del Carnaval y la seriedad.
 
La Sardina marca la vuelta al orden cotidiano y despide el atrevimiento de un pueblo que, al momento, vuelve a sus quehaceres habituales después de haber disfrutado.

Cuando la Sardina arde en llamas, se desata un clamor de dolor por su pérdida, por la pérdida de una Sardina que simboliza el espíritu del Carnaval.